lunes, 31 de enero de 2011

Las marcas y la enseñanza

La función de la publicidad, es dar a conocer alguna  marca o producto a una población concreta, por eso, las grandes marcas invierten tanto dinero en publicidad ya que para aumentar las ventas, hay que dar a conocer el producto a mayor población. Un gran sector de la población, son niños y adolescentes, que pasan gran parte de sus vidas en colegios, universidades, centros de estudios…
por lo que las empresas tienen muy en cuenta esta población para publicitar sus productos, como es lógico. 
La tecnología ha evolucionado mucho en los últimos años, y las nuevas tecnologías son importantes para la enseñanza, pero son muy caras. Por eso, los centros privados son los que suelen tener mejores recursos tecnológicos en sus aulas. Hay muchos centros, que al querer adaptarse a las nuevas tecnologías, han tenido que recurrir a otras fuentes de ingresos, como puede ser la publicidad. Esto ocurre no solo a nivel tecnológico. En colegios y universidades de E.E.U.U hay quioscos de comida rápida como un Mc Donals o Burguer King, empresas que patrocinan equipos deportivos, ligas, campeonatos, material deportivo, máquinas expendedoras… 
Si lo ves fríamente, la publicidad en los colegios sería muy positiva, ya que muchos colegios, institutos y universidades no tienen los recursos necesarios para cubrir esas necesidades. Pero realmente, nadie regala nada porque sí, y menos si es una empresa cuyo objetivo es maximizar sus beneficios.
Las empresas intentan aprovecharse siempre de ese mercado, intentan explotarlo al máximo, siempre y cuando sea legal. Alguna empresa ha intentado convencer a los colegios enfocándolo todo hacia lo educativo: Hacer encuestas, investigaciones, mejora de instalaciones, tecnología, material educativo, formación complementaria para profesores para ayudarles en su tarea docente…
Pero lo que las empresas quieren es aprovechar la situación para sacar partido, hacer sus estudios de mercado, obtener datos, y como no, aumentar sus ventas. Y el problema de esto, son las exigencias del contrato; algunas empresas como puede ser un Burguer King, no permiten que haya un establecimiento en el mismo centro donde se puedan adquirir productos similares a los que se venden en su establecimiento. ¿Qué pasa? Pues que si eres de una familia que no tiene muchos recursos, no podrás consumir ni esos productos ni otros de marcas más adsequibles, lo que genera una discriminación social. También es típico que las empresas obliguen a que se promuevan actividades que lleven al consumo de su producto, tienen cláusulas en las que se prohibían críticas hacia la marca de la empresa patrocinadora… 
Por esto, debemos plantearnos dónde está el límite del uso de la publicidad en la enseñanza. Pienso que en un uso extracurricular puede ser muy beneficioso su uso, pero a nivel de contenidos académicos, no debe afectar la publicidad. Y si fuese necesario el uso de material publicitado en las aulas, durante el horario de las clases no se haría ninguna mención a la marca patrocinadora, ya que eso interferiría en el desarrollo de las clases e influiría negativamente  a los alumnos, pero en cierta medida, estoy a favor de la publicidad en la enseñanza.
Ahora imagina que estás en un pueblo tercermundista, donde los niños no tienen acceso a una escuela. Mediante la publicidad se podrían adquirir los recursos necesarios para su construcción y mantenimiento, ya que las impresas también invierten en “limpiar su imagen“, ya que todo el mundo ve bien que una empresa haga donaciones o colabore con la gente necesitada, eso también les beneficiaría y sería un uso excelente de la publicidad en la enseñanza.

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